Está claro que de alguna u otra manera, el genial Ryland Cooder influyó en la génesis y ascenso al Olimpo de los Rolling Stones post Brian Jones. Si este tipo no hubiera trabado contacto con los de Richmond, hubieran sido un grupo musicalmente diferente. Solo hay que hacer notar el detalle de que Keef aprendió de Cooder la afinación en sol abierto y sus secretos. La utiliza desde “Beggars banquet” y su particular sonoridad es lo que hace inimitables los riffs de “Honky tonk women”, “Start me up”, “Happy” o “Brown sugar”. La línea de slide que Ry les regaló en “Sister morphine” es estremecedora y uno de los highlights del disco “Sticky fingers”.
Maestro de la guitarra y la mandolina, todo lo que debe saberse de este tipo ya está escrito. Es, en efecto, uno de los músicos que consiguió resguardar y transmitir la riqueza de la música tradicional americana, desde el blues a cualquier otra cosa con raíces. Mi época favorita de Ry son los primeros 70´s, y es jodidamente difícil elegir un solo disco, pero ahora mismo me quedo “Boomer´s story” y su blues cristalino y fresco, el suave country que ocasionalmente se desliza por las canciones, algún toque fronterizo y en general la belleza y optimismo de la música. “Maria Elena”, “Rally ´round the flag” y “Dark end of the street” son canciones que no se olvidan jamás.
La de Ry Cooder y los Rolling Stones no es una historia que haya acabado bien, ya que a día de hoy no quiere saber nada de ellos, y los considera estafadores y ladrones. En cambio, para Bobby Womack son los mejores tipos sobre la tierra… ¿ángeles o demonios? Conteste usted mismo!
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