viernes, 14 de febrero de 2014

domingo, 2 de febrero de 2014

Dead Parties - Take Control




Ayer vi a Jacco Gardner en Barcelona. Un concierto perfecto, impecable y pulcro. Los conciertos ya no son tan anecdóticos como solían serlo, por desgracia (aunque no faltaron dos gays de gimnasio en primera fila bailando como si estuvieran en el Manchester noventero... pero en fin, por qué no..), pero al menos si hay buen música merecen siempre la pena.
Jacco estuvo bien, pero a mi me gustaron mucho más los teloneros, Dead Parties. Y no me voy a extender mucho, solo deciros que hagáis lo posible por dedicarles un momento. Además los conocí antes del concierto con una Guiness en la mano y os aseguro que son unos grandes tipos (y tipa). Al parecer viven en Barcelona, o al menos algunos de ellos. Pero vamos a lo que iba, una tremenda banda de pop adornada de destellos psicodélicos y muy muy sólidos encima del escenario.

Y mirad que pedazos de canciones que hacen. Y se molestan en hacer videos bonitos, de esos agradecidos. Éste en particular, tiene mucha miga. Me pregunto en que momento de nuestras vidas olvidamos estas experiencias puras y verdaderas, en que momento las vendemos por dinero o dejamos de creer en ellas, para nuestra desgracia. Pero afortunadamente siempre hay tiempo para arreglar estas cosas, y está bien que vengan por ejemplo los Dead Parties y nos lo recuerden.

jueves, 23 de enero de 2014

sábado, 7 de diciembre de 2013

All Along The Watchtower


No se sabe muy bien si es una canción triste, o todo lo contrario. Los príncipes mantiene su vista desde toda la longitud de la atalaya, mientras las mujeres vienen y van, y los sirvientes descalzos también.. Pensad y haceros libres, vino a decir Dylan con esta canción, en todo caso. Y dejad espacio al amor.
Este trocito de realidad que os dejo en el vídeo es algo de lo más grande que mis ojos han visto nunca. Esta sobredosis de fe verdaderamente te hace creer que no todo está perdido y que verdaderamente hay una manera correcta de hacer las cosas, a pesar de las consecuencias. Escuchad el alma de Young en cada nota que da, no es otra cosa que un ser humano desprogramado y libre coronando una montaña. Nosotros somos mejores que vosotros, y vuestra ruina es que jamás vais a entender por qué.
Bendito Bob, nos dejó una de las estrofas más maravillosas del mundo, de esas imposibles de mejorar......
"No hay razón para ponerse nervioso,
habló amablemente el ladrón.
Hay muchos entre nosotros 
que sienten que esta vida solo es una broma
Pero tu y yo ya hemos pasado por eso
Y ese no es nuestro destino.
Así que dejad que no hablemos en falso,
porque se está haciendo tarde"


Debe haber algún tipo de salida por algún lado, dijo el bufón al ladrón. Espero que sí!!

lunes, 4 de noviembre de 2013

Supergrass - I Should Coco




Qué debut tan enorme... "One, Two...One! Two! Threeeeee!" ...y a continuación una estampida de rock juvenil, una exhalación de pop virtuoso, The Kinks despegando con un reactor a propulsión pegado en el culo, auténtico y genuino pop británico, del bueno, del esencial e inimitable. Cuando pinché el disco por primera vez no me lo podía creer, para mi fue algo así como descubrir de nuevo a The Jam, tan jodidamente excitante y sublime que casi lloré de emoción. Y es que señores, uno se queda atónito con los tres pildorazos iniciales ("I´d like to know", "Caught by the fuzz" y "Mansize rooster") para finalmente sucumbir sin remedio al siguiente corte, el himno generacional "Alright". Decididamente diferentes a cualquier grupo coetáneo, fueron de los pocos que afortunadamente no se prestaron al exceso de hedonismo imperante en las filas del "Brit-pop" (si bien no tengo absolutamente nada en contra de la chulería y de los excesos de los enormes Oasis de los primeros tiempos), a veces un hedonismo totalmente vacuo con el que era difícil conectar, caso de los Menswear, de los que ya nadie se acuerda.

Dada la juventud del trío en aquellos momentos, es sorprendente la calidad de las canciones, los arreglos, los estribillos, las inflexiones, en fin, todo aquello que le da brío a una banda de rock. No solo nos dejaron cortes vitaminados a full-power en "I should Coco", también canciones como "Sofa (Of my lethargy)", "Time" o "She's so loose" dejando las puertas abiertas y oxigenando el apartamento. A dia de hoy, sigo escuchando este disco y francamente alucino con toda esta intuición y brillantez. Realmente cada canción es un hit por si misma, y suficientemente diferentes entre ellas para no amalgamarse, y al mismo tiempo están marcadas a fuego con el sello personal de la banda, una suerte de inmediatez y ambición conmovedoras, optimistas. De verdad que discos como este hacen el mundo mejor y más bonito, simplemente.

El "Coco" del título hace referencia al Cafe Coco, sito en la ciudad natal de los Supergrass, la britannísima Oxford. Junto con Radiohead y Ride, son sus hijos más celebrados que yo sepa, pocos pero escogidos (aunque yo ya a los Radiohead los entiendo menos, incluidos los tembleques y espasmos rítmicos que se coge ahora Thom Yorke con la cabeza cada vez que canta, o el baile de "Lotus Flower".... ay ay ay, a ver si ya está en fase terminal del todo vale...). En fin, desde Warehouse Of Rock queremos dar las gracias yo y yo mismo, que somos todos los integrantes de la plantilla, a esta banda por pergeñar una cosa tan elevada, mientras seguimos esperando al próximo Búfalo Blanco que reviva esa cosita que se expande con algarabía por todo el ser cuando la aguja cae sobre "In the City" o "Another Music In A Different Kitchen". O por supuesto "I should Coco". Besos a todo el mundo!




sábado, 2 de noviembre de 2013

Lou Reed - Berlin



No hay nada divertido en las historias de almas a la deriva, y si además te lo cuenta Lou Reed puedes resultar herido en la tuya para siempre.Compré "Berlín" sin haber leído apenas nada sobre él (solo lo había visto en listas de discos recomendados y esas cosas), y cuando por fin le puse la aguja encima no pude aguantar la tristeza de las canciones. No es que no me gustaran, es que no podía defenderme de ellas... demasiado joven. No estaba preparado para tras "Berlin" sonara "Lady day", y ni mucho menos para que a esta le sucediera cual guadaña "Men of good fortune", cercenando cualquier atisbo de esperanza . A duras penas aguanté "Caroline says", y solo escuché los primeros compases de "How do you think it feels" antes de apagar el equipo y largarme de la sala. Si antes de estas canciones hubiera escuchado "The kids", o hubiera conseguido llegar hasta ella, estoy seguro de que me hubiera deshecho de este disco. No hubiera podido soportar los gritos de los niños llamando a su madre junkie en mitad de las palabras de Reed. 

Reduzco en este primer párrafo la entrada sobre "Berlin" que apareció aquí en el blog, un ya lejano 27 de Septiembre de 2009. Y en efecto, esas fueron mis impresiones en su día cuando me puse por delante la que quizás sea la obra cumbre del coloso de Brooklyn. O más bien la cumbre de una de sus múltiples encarnaciones. El estrépito de unas vidas golpeándose contra el suelo tras una irremediable caída resultó ser mucho más trágico e impactante en la manera sorda y ahogada concebida por Reed, y eso es lo perturbador de "Berlin". No hay fragor o estruendo, solo la certeza de que tras el final no hay nada y de que todo simplemente se esfuma. Obviamente el tercero de Lou no tiene la algarabía del anterior ni la serenidad de "NY", pero nunca diría que es un disco depresivo per sé, sino simplemente otra manera de contar una historia, articular en forma de canción las vicisitudes de ciertos personajes que viven una vida que no se sabe muy bien si les ha tocado o han elegido vivir. Lo que pasa es que impacta por su realidad, y lo hace de una manera brutal. Te puede dejar muy triste, desde luego, pero también es cierto que hay belleza en esas canciones.

Es dificil descontextualizar alguna canción dada la especial naturaleza de las mismas, de modo que el disco ha de ser oído del tirón invariablemente. Lou dió con una imagen y un estado de las cosas, y empezó a tirar del hilo, recuperó alguna pequeña visión que ya dejó plasmada en el pasado, y completó el cuadro con otras nuevas. Artísticamente, el resultado es uno de los techos creativos de la música pop a pesar de todo el horror que contiene, y el conjunto no se parece en nada a anteriores o posteriores aventuras. Lou Reed declaró en muchas ocasiones que no quería abandonar los 3 acordes del rock´n´roll ( a pesar de que el tipo tenía unos vastos conocimientos musicales), y obviamente hizo una notoria excepción con "Berlin", un verdadero punto y aparte en su carrera. Realmente hablamos de un disco brillante y sin parangón al que no se le conocen imitaciones, los músicos en nómina son realmente de ensueño, espectaculares y sobrados de la inteligencia necesaria para llevar el asunto adelante y por el camino correcto. Líricamente es exactamente igual de único, nadie, absolutamente nadie, escribió como Lou Reed.  La tripleta final, "The kids", "The Bed" y "Sad song", una suerte de suite conclusoria, cierra un disco que es todavía mejor de lo que ya pensamos que es. Como decia Peter en su blog a propósito de "The Bed" en una antigua entrada que no he logrado encontrar, y que yo haría extensible a casi todo el disco: "Este tema es el horror convertido en canción, es dulce como la adormidera y cruel como una navaja clavada en la nuca".

miércoles, 30 de octubre de 2013

Lou Reed - Transformer



"Transformer" es un hervidero de novedades respecto a su disco de debut, novedades en muchos casos sutiles pero que acaban marcando la diferencia, como sucede en la vida misma. Pones a Mick Ronson a la guitarra y obtienes la bomba de neutrones, una voz eléctrica transversal con el suficiente colmillo para hacer rockear en serio cuando toca a todas estas canciones y sonar escandalosamente bien junto a las guitarras del propio Lou. Concentras los esfuerzos en la producción hacia el corazón mismo de las canciones, las del otro eran buenas, ahora además están en primer plano, vivas, respirando. Y, como la esperada guinda del pastel, recuperamos a Reed en el micro. Su voz, caballeros,  vuelve a sonar como el opio, narcótica, con ese martilleo casi calmo y poderosamente único, denso al mismo tiempo que evanescente y casi incorpóreo... de un efecto asesino. Su dicción es la de un poeta, sus letras son tan instantáneas como la navaja que mató a aquel camello la otra noche, su pose la de un chulo y joder... oh baby, no se si lo voy a poder soportar una vez más, ya sabes... Jeanie pensó que lo sabía todo, fumó cigarrillos mentolados y tuvo sexo en el vestíbulo... ("Hangin´round").

Es el primer disco de Lou Reed que contiene lo que comunmente se entiende por "hits". No solo hits para anotar en su cuenta, sino también para hacerlo en la del Rock´n´Roll Himself, al ladito de cualquier cosa que se os pueda ocurrir. Hasta el último microbio de la Tierra ha estado en contacto con "Walk on the walk side" en algún momento, con su infecciosa cadencia, probablemente incluso algún alienígena teenager de las cercanías estelares de Orión ya la ha captado del éter a estas alturas y la pinchó ayer en su fiesta de cumpleaños. Me pregunto si mis compañeras de trabajo tienen la más mínima idea de lo que dice esta canción cuando la tararean al son del hilo musical donde suena ocasionalmente. A veces miro a una y sonrío, a veces a otra que no me cae tan bien y resoplo para mis adentros. ¿Deberían saberlo, de todos modos?...Si, tienes que vivir, si, tu vida, y  en algún momento plantearte tener algo de diversión.. ("Wagon Wheel")

Siempre me pareció que este álbum hace una pareja estupenda con "Loaded", verdad? El mítico "Transformer" podría ser la perfecta definición del castizo "disco redondo". Redondo, sin rebordes, sin aristas, pulido, de formas puras, donde nada sobra porque todo encaja, geometría exacta. Gira y no adviertes su movimiento, pero ahí lo tienes, siempre suena tan igual como diferente. A "Make up" le noto ahora una sorprendente belleza naive en la que no había reparado, por ejemplo, y así podría encontrar cosas nuevas en cada una de las canciones. Siempre he disfrutado enormemente de todas las facetas compositivas de Lou, lo que incluye por definición mi admiración por esos temas de "Broadway subterráneo" aquí presente en las notas de "Goodnight ladies" o "New York telephone conversation", y qué decir sobre el resto de temas que todos tenéis ahora mismo en mente y de los que tanto hemos hablado, qué canciones tan buenas, diablos... Es un día perfecto, hiciste que me olvidara de mi, pensé que era otra persona, alguien bueno.. ("Perfect day")