miércoles, 22 de septiembre de 2010

La Portada de "Black Sabbath"

Ya que me voy a cargar un blog completamente desatendido por mi parte para comenzar otro radicalmente diferente mientras continuo con Warehouse Of Rock, he decidido importar una de las dos únicas entradas publicadas en la friolera de dos años para que no se pierda.

El primer disco de Black Sabbath, llamado igual que la banda, fue lanzado el viernes 13 del mes de febrero del año 1970. Ozzy y los chicos habían tomado el nombre del grupo del título de una película protagonizada por Boris Karloff y dirigida por Mario Bava en la década anterior. Supongo que pocas cosas tan impactantes se podían experimentar en la época como poner este vinilo en el giradiscos mientras, con la portada entre las manos, los ojos se centraban en la misteriosa figura desdibujada de la mujer. Antes de las primeras terribles notas de Iommi, lo primero que oímos es el sonido de la tormenta y unas campanas doblando a difuntos, que multiplican el efecto sobrecogedor de la imagen de la dama que sostiene un gato negro delante del caserón. Parece que nos hubiera estado esperando allí desde siempre, pacientemente, sin perder su eterna mueca fantasmal, dispuesta a conducirnos a lo profundo del bosque...
La escena de efecto irreal de la portada, su sutil mezcla de elementos que hacen que la imaginación se dispare hacia oscuros recovecos del cerebro, alimentó varias leyendas que básicamente atañen a sus dos figuras centrales, la señora de negro y el caserón que se yergue a sus espaldas. Este último no es (lo siento) ninguna casa misteriosa y embrujada, donde se cometieron horribles crímenes en la antiguedad, ni un lugar imposible de localizar... es el molino de Mapledurham, Berkshire, Inglaterra, de hecho el único molino en activo de todo el Támesis. Se llega facilmente desde Reading en dirección Pangbourne, primer desvío a la derecha siguiendo las indicaciones sobre Mapledurham House, puesto que se halla en esta propiedad. Se puede comprar hasta harina de la que muelen allí, y la visita guiada cuesta alrededor de 8 libras, algo caro me parece pero bueno, ya que uno se ha tomado la molestia de ir pues nada, no deja de ser interesante. Se aparca sin problemas a escasos metros, junto a la orilla del río. Obligado acudir si andáis cerca, recomiendo el hotel The Elephant en Pangbourne, al lado del Támesis, en el caso de que decidáis pasar algunos días por la zona. También se puede ver el molino en una escena de la película "The eagle has landed", ambientada en la II Guerra Mundial, durante la cual un paracaidista alemán salva la vida de una joven lugareña y en la serie "Midsomer murders", donde aparece en la presentación.
Sobre la figura de la mujer, en cambio, si que persiste el misterio todavía. Evidentemente no es una bruja, ni tampoco es cierto que no estuviera allí cuando se hizo la foto, apareciendo posteriormente en el revelado. No existe una versión oficial y contrastada sobre la identidad de esta chica, ni siquiera los propios Sabbath tienen alguna pista, según Bill Ward: “No recuerdo a ninguna mujer, vivíamos drogados las 24 horas del día. . .” De puta madre, Bill.

Lo único que se sabe es que la foto es de Marcus Keef, artista que había contratado la compañía de discos y que haría también las dos siguientes portadas. A veces se ha comentado que la mujer es una chica de la zona que estaba allí cuando el fotógrafo disparó, y simplemente quedó bien después de tratar la fotografía, pero parece más razonable la versión de Pete Sarfas, periodista y jefe de la Black Sabbath Appreciation Society, el cual me indicaba en un email que respondió amablemente que es una actriz que se contrató para la ocasión, cuyo posible nombre era Louise. Según el mismo tipo, la modelo conoció a los chicos meses después, aunque ninguno recuerda nada. El caso es que nadie sabe concretamente la identidad de la misteriosa dama, y hasta el momento ni ella misma ha hecho nada al respecto... lo que explicaría que como algunos sostienen murió accidentalmente el mismo año 1970. Cuanto menos curioso. Quizás la única persona que pudiera saber algo concreto sea el propio fotógrafo y diseñador de la portada, pero hace un tiempo incluso intenté localizarlo y no encontré nada, algo que me llevara a una web, teléfono, dirección, nada, ni rastro... es más, abundan los intentos de búsqueda infructuosa. Tengo un amigo que dice que el propio Markus Keef está tras su desaparición y por eso ha desaparecido del mapa!!!
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Hay casos documentados de ataques de pánico en adolescentes de la época que no conseguían quitarse de encima la imagen de la portada, pasando noches enteras en vela, en estado de completa ansiedad, incluso algunos mindundis impresionables huyeron espantadas durante los conciertos de la banda por aquel entonces al encontrarse en vivo la música que enlataba la famosa foto. Por propia experiencia, todavía puede provocar más de un escalofrío... La conjunción entre elementos reales y los que despierta el cerebro han convertido esta portada en algo mítico y arcano, realmente especial, sin duda una de las mejores de la historia del rock.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Jimi Hendrix - Electric Ladyland

Podríamos reducir la historia de la guitarra eléctrica tranquilamente a la obra de tres tipos. Tres originadores que produjeron unas determinadas estructuras, sonidos, técnicas, trucos de escenario, etc que cambiarían notablemente la historia del instrumento y en consecuencia la del rock´n´roll mismo. Chuck Berry, Jimi Hendrix y Van Halen son sus nombres. No quiero decir que no haya otros guitarristas fundamentales de alguna manera, o que incluso nos gusten más que ellos, pero todos fueron originados en el ojo del huracán de esta Santísima Trinidad dependiendo del momento que les tocó vivir. Jimi es el que faltaba por aparecer en Warehouse Of Rock y lo hace hoy, 18 de Septiembre, justo 40 años después de su muerte, aproximadamente un mes antes que la protagonista de la anterior entrada, Janis Joplin.

Hendrix fue un negro que tuvo los oídos y los ojos bien abiertos hacia la música y la cultura blanca (especialmente Dylan y sus letras) al mismo tiempo que ejerció de afroamericano militante curtiéndose con algunos de los más grandes durante toda su juventud. El blues, el soul, o cualquier otra manifestación musical de su comunidad no tenía, sencillamente, ningún secreto para él cuando decidió coger las riendas de su destino y plantarse en Londres. Llegó y arrasó con toda la escena, la esponja Hendrix se había empapado hasta de las más mínimas referencias folkies y el resultado fue espectacular. Podemos resumirlo todo como blues alucinado, un grito primario originado en el albor de la humanidad al que Jimi Hendrix sometió a tremendas escaladas y vibraciones, a unas violentas espirales de inspiración, libertad y locura, un viejo blues leido con un nuevo lenguaje visionario, observado a través de una mente que las drogas y el uso del intelecto habían expandido hasta otros límites. Verdaderamente peligroso, eso de que la gente vea de pronto otra realidad ante sus ojos, y abandone el rebaño, la jornada de 08:00 a 18:00 y las actitudes conservadoras. (Según el compañero Günner, para la CIA era peligroso en exceso)

Toda la experiencia, ambición, creatividad y ansia de perfección de Jimi confluyeron en "Electric Ladyland", y en esta ocasión había además el suficiente dinero para poder comprar tiempo en el estudio. La razón de que haya tanto material del guitarrista en circulación se debe a la cantidad de horas de grabación que desechaba hasta que no estaba contento y satisfecho con su música, este tio no era bueno por casualidad. No paraba de tocar, no paraba de componer, de grabar, desyunaba con la stratocaster colgada del cuerpo, y volvía a hacerlo todo de nuevo día tras día. En este disco, traspone a música todo lo que pasa en el interior de su cerebro, literalmente. Hay de todo, unas canciones impregnadas tanto de detalles como ese susurro de wah wah que precede al riff principal de "Voodoo Chile" como de músculo, pequeñas anotaciones de blues o los más variados experimentos, epopeya e intimidad, sencillez o intrincadas estructuras, y TODO funciona. La obra de un genio.
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domingo, 12 de septiembre de 2010

Janis Joplin - "Pearl"

Janis Joplin, amigos. Nadie cantaba como ella, y presumiblemente nadie volverá a hacerlo. También será muy difícil que otra cantante encuentre una mala suerte como la suya, y es que su prematura desaparición a los 27 años no puede ser más terrible y su carrera lamentablemente breve. En 1966 viaja a San Francisco para unirse a una banda de renombre en la ciudad, Big Brother and the Holding Company. En menos que canta un gallo, había echo suyo y transformado el "sonido San Francisco" con su estilo de blues elevado a fuerza de rock´n´roll y coloreado con su soul único. El impacto local de la banda, amplificado por los focos concentrados por aquella época en la ciudad, les otorgan un pasaporte para el festival de Monterey donde bueno, simplemente seducen a todo bicho viviente. A la fama mundial instantánea y los discos de oro le sucede un momento de reflexión acerca del estrellato y planta a los Big Brother.

El siguiente movimiento fue contratar una banda y embarcarse en una gira europea. Poco se comenta del disco que grabó con estos muchachos, "I got dem ol´kozmic blues again, mama!", y sin embargo es una jodida maravilla, aunque finalmente la relación con ellos se deterioraba cada día, y algunos de sus shows fueron lamentables a causa del alcohol y las drogas. En un momento de lucidez, acaba con la banda y se larga de viaje, un viaje que la transforma y la aparta de los excesos. A la vuelta, con la ayuda de Albert Grossman monta la que fue sin duda su mejor banda y cumple su sueño de grabar un disco con Paul Rothchild a los controles. La banda se llamará "Full Tilt Boogie" y después de consultarlo con los chicos ella se queda el sobrenombre "Pearl", con la idea de grabar el siguiente disco como Pearl and the Full Tilt Boogie.

Antes de grabar, hizo algunos conciertos con la banda y parece que nunca la vieron tan feliz como entonces. Después, Janis dió lo mejor de si misma en el estudio, cantó como nunca, adquirió técnica vocal instruida por Rothschild al detectar que estaba quemando su voz y el resultado fue espectacular. Un tema propio brutal abre el disco, "Move over", emoción desbordada a continuación en "Cry baby", los pelos de punta con su versión de "Me and Bobby McGee", etc, etc, etc. Y con el disco casi terminado, la encuentran muerta en la habitación de un motel. Pura mala suerte, decidió colocarse un poco, excepcionalmente, y algo, algún detalle, lo que sea, fue sencillamente mal. Sobredosis accidental y adiós a una cantante gigantesca, en un instante se esfumó una mujer que había encontrado finalmente su camino, con una banda a sus pies que la respetaba y la seguía. Ahora ya sabéis por qué este disco se llama "Pearl".
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domingo, 5 de septiembre de 2010

Dave Kusworth And The Tenderhooks - Like Wonderland Avenue In A Cold Climate


Hoy hablamos de otra de las bandas que lideró Dave Kusworth, de modo que media entrada está hecha ya que la anterior estuvo dedicada a los Bounty Hunters y entre comentarios y el propio texto le dimos un repaso más que suficiente al significado de un rockero como el señor K. Bueno, la verdad es que cada proyecto que ha emprendido tiene unas connotaciones diferentes y siempre te puedes tirar un buen rato hincando el diente en los entresijos de sus difrentes discos.

Los Tenderhooks tienen probablemente una cara más "ambiciosa" que los Hunters, y la maestría de Kusworth se concentra en la composición y elaboración de las canciones de una manera totalmente sorprendente, porque me parece increíble que canciones como "It comes and it goes" o "How come I always dream about you" no estén en un jodido altar y sus autores elevados a categorias superiores de respeto, admiración y éxito al menos entre el rockerío más o menos militante y minimamente ilustrado. Las letras son admirablemente sencillas y honestas, las melodías perfectas, los estribillos enormes, los arreglos cocinados al dente, la mezcla de guitarras acústicas con eléctricas una jodida maravilla como siempre. Dave Kusworth jamás ha traicionado al rock y ha mantenido la actitud en todo momento, ¿qué más necesita hacer para ocupar el lugar que merece? ¿Quizás tendrá que palmarla para ser adorado como mito maldito?.

Predominan los medios tiempos, tal como el bucólico título hace presagiar, un título que invita a refugiarse en el calor de las canciones, a abstraerse del frío exterior y los problemas y reencontrarse con todo un universo de emociones. La inicial "It comes and it goes" ya avisa de todo el potencial que encierra esta banda, probablemente la canción que llevan años buscando los Rolling Stones, una de las principales influencias que discurren por esta Avenida del País de las Maravillas, junto a dosis justas de Gram Parsons, Big Star, Ian Hunter, o el viejo Neil. Qué grandeza en "The right track" o "How come I always dream about you", qué frescura la de "Another blonde" con esas guitarras calientes evocadoras de los mejores momentos de Richards/Taylor... o ese temazo al estilo del mejor Ronnie Wood titulado "All I´ve got left", o el pelotazo vitamínico y fiestero de "A real girl" (majestuosas guitarras y Hammond). Joder, ¿y "Are you the girl"? ¿Os acordáis de aquellas pequeñas perlas que solía hacer Brian Jones con los Stones, como "Play with fire"? Pues aquí tenéis el espíritu del jodido rubio loco. Junto a "Robespierre´s Velvet Basement" que grabó con su compinche Nikki Sudden, lo mejor que ha grabado hasta ahora Dave. Un absoluto 10 in your face.
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