Los hermanos Robinson se llevan, creo, tantos parabienes como vilipendios, éstos últimos reducidos casi a la divertida acusación de copiones... será porque esta banda no deja muchas más opciones a la crítica. Ok, al principio las influencias en la banda eran notorias (la de The Faces y los Stones incluso obvia), pero también es cierto que si se escuchan los dos primeros discos con la debida atención nos encontraremos a un grupo en plena búsqueda de su propia razón de ser. Me cansa la gente no sabe escuchar, leer entre líneas y razonar como el puto ser humano que es. Después del musculoso "The Southern..." llegó "Amorica", donde rascaron bastante en la superficie y dieron salida a un nuevo espíritu y a un sonido bastante más personal, definitivamente rematado en este disco, robusto y excelso.
"Lions" se asienta sobre las solidas bases de una calidad instrumental indiscutible y unas canciones que ya venían siendo realmente únicas, inyectando savia nueva a la tradición americana a golpe de tradición misma, de blues, hard rock y los toques justos de southern, soul, funk y psicodelia. Si bien el resultado no es tan fácil e inmediato como en su disco de debut, el poder de la madurez sónica golpea directamente en la cara con la fuerza de un jodido tsunami. Aquí hay chicha, mucha chicha, a pesar de ser quizás el disco con menos exhibición guitarrista solista de su carrera. Y aquí tenemos "Soul singin´"!, un top 10 de la banda, y varias perlas ocultas ("Ozone mama" o ese "Young man, old man" que tanto me recuerda a Dr. John).
Escuchando ese disco no se por qué recuerdo a los Guns and Roses post-Apetite estrellándose al forzar su naturaleza a los deseos de un cantante piradísimo y un guitar hero con menos voluntad que un preso de Auswitchz tras un día de trabajo. Trataron de convertirse en la banda americana de referencia, jodiendo a Izzy Stradlin en beneficio de Elton John. ¿Quién coño necesitaba "November Rain" y discos cuádruples? ¿Qué fan de base pidió aquel despropósito? Black Crowes nunca lo necesitó, y ahí los tenemos, la banda más ejemplar que le ha tocado a mi generación, probablemente.