lunes, 25 de mayo de 2009

Jesus Christ Surferstar (Varios)


¿Necesitaba el mundo una versión surf del clásico hippie “Jesus Christ Superstar”? Es más, ¿necesitó alguna vez el mundo de un artefacto musical tan peculiar como la odisea original de Andrew Lloyd Webber? Como simple humano, no poseo el conocimiento que permite la respuesta a estas cuestiones, lo único que puedo decir es que mi fe en la música surf es inquebrantable y hace ya mucho tiempo que me sumergí en sus aguas de la mano de Dick Dale, moderno Juan el Bautista.

El surf es probablemente el único género dentro del rock que convive con lo “místico” sin atascarse en patrañas, mesianismo, discos cuádruples o fiestas para colgados, y esta grabación es la prueba viviente de lo que digo: los voluntariosos intérpretes de esta música se introducen en la boca del lobo y salen a flote ejecutando trepidantes filigranas, a la mayor gloria de los antiguos dioses del Pacífico, de la Gran Ola y del mismísimo Neptuno, divinidades que abandonan sus formas originales para hacerse sonido.

Con la excepción de Susan and the Surftones e Hypnotic IV no controlo a ninguno de los demás señores que aparecen en esta exquisitez, tipos como Daikaiju, Waistcoats, Atomic Mosquitos, Longhorn Devils o Johnny Vortex son sin embargo auténtica lava en erupción. Supongo que no le gustará a todo el mundo, pero los que no lo intenten se perderán grandes cosas: nunca se vio un Judas tan dicharachero!
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lunes, 11 de mayo de 2009

Chris Farlowe And The Thunderbirds – Dig the buzz


Conocí a este tipo gracias a su insuperable e increíble versión del “Out of time” de los Rolling Stones, que le supuso todo un primer puesto en las listas. La primera producción de canciones de Chris Farlowe grabada entre 1962 y 1965 antes de fichar por Inmediate (y el éxito) quizás no alcanzase ningún número uno, pero doy fe de que su gran voz y su peculiar timbre soulero ya hacían temblar. Farlowe fue una de las grandes voces del soul-blues (y lo que le echasen) británico y nunca perdió la sencillez y la humildad en el escenario, al que se podía subir junto a Otis Redding y Eric Burdon y dar la talla, como lo atestigua el especial que “Ready, steady, go” dedicó al primero y donde Chris actuó como invitado (de obligada visión-adquisición).

En “Dig the buzz” aparece recopilada toda su etapa de singles para Columbia, pero también algún oscuro EP, e incluso un par de sencillos grabados como Little Joe Cock y Crhis Farlowe and the Beazers, canciones todas ellas realmente difíciles de encontrar hasta la aparición de este disco. Libre de la normal “conceptualidad” que puede mostrar un L.P., las piezas sueltas que componen esta recopilación se pegan un festivo paseo por la teen-song, el rhythm´n´blues, el soul, el jazz bailable, algo de blues y un poquito de ska y bluebeat, estilos que estaban desembarcando en la Isla junto a la inmigración jamaicana.

Atención a las lecturas de “Stormy Monday blues”, “Girl trouble”, “What you gonna do” o “Voodoo”, poderosas muestras del control de Farlowe sobre el repertorio de los primeros 60, literalmente sobre cualquier cosa que se pudiera oír en cualquier club mod o jazz, en la versión de un tipo que supo labrarse una reputación. Luego se dejó el pelo largo y no veas como repartía rock-duro-con-Hammond en los Atomic Rooster.
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