Al Olimpic llegamos tempranito mi cuñado y yo, como dios manda. No puedo entender que alguien quiera llegar con la hora pegada en el culo a un evento semejante, a mi me pasan los años y sigo con la misma inquietud por saborear un show cual enano ante una veta recién descubierta. Después de zamparnos el bocadillo de rigor y las primeras cervezas, nos pusimos a la cola unas dos horas antes de la apertura de puertas. La conversación de lo más animada, mientras el sol quemaba nuestros caretos y brazos sin darnos puta cuenta. Ya voy por el tercer tubo de crema hidratante. El cabrón argentino que vendía birras a domicilio solo se acercó una vez a nuestra posición (nunca están cuando se les necesita) con lo cual nos tocó bajar hasta el puesto de la fachada por turnos unas cuatro veces más.
Una vez dentro, a correr para pillar un sitio decente. No acabamos mal, primera fila de pasarela a escasos diez metros del escenario. No me prodigué haciendo fotos porque yo habia ido a ver a los AC/DC, casi todas las que hice las tenéis a la vista. Mientras se desarrollaba la tarde, seguiamos bebiendo de la poca birra que llegaba a nuestras manos y entablando amistad con la peña de alrededores, en este caso unos galegos auténticos rockers muy salaos y una simpática vasca y sus amigos. Justo delante teniamos a unos trogloditas de Cerdeña, independentistas sardos ellos, maleducados y gritones de huevos. Durante el show de AC/DC, le clavé el codo entre las costillas a uno con todas mis fuerzas y el cabrón no se movió ni un centímetro... el hijoputa debía ir cocidísimo, señores. Los teloneros bien, Lilith sin apenas potencia de sonido pero subidísimos de actitud, sin achantarse ante el reto, y The Answer mucho mejor que en disco, y con un frontman de cierta categoria.
22:00 h. en punto. Tras el vídeo de introducción, la legendaria magia de los australianos se hace presente. Unos acordes radiantes, un sonido SG maravilloso, un riff clásico y sencillo... y cuando te quieres dar cuenta el cielo ha caido sobre tu cabeza. AC/DC siguen siendo la gran apisonadora mega-voltáica e inmisericorde tras todos estos años. Ninguna otra banda de rock´n´roll puede decir lo mismo, acercarse al oficio, constancia y consistencia de estos pájaros. Es el rock en persona quien se sacudió el escenario la otra noche, por San Jorge y San Vitoldo, y no cinco mortales humanos.
Suena "Hell Ain't a Bad Place To be" y no me puedo creer la potencia y frescura con la que la banda ejecuta este manifiesto a la libertad y a la vida a tumba abierta. Aquí no hay ni trampa ni cartón, ni sobra nada ni falta ningún tipo de invento, solo la fe desmedida y desmesurada que el mejor grupo de la historia del rock exhala por sus poros, en cada gota de sudor, por cada golpe de tambor y por cada ataque a las cuerdas.
Las canciones van cayendo, el sonido general es un cruce entre la densidad brutal de "Let there be rock" y la brillantez de "Highway to hell". El señor Johnson, de nombre Brian, se ganó tres veces el cielo. Verdaderamente cantó de manera increible, sudando a chorros desde el primer tema, con garra y clase, sin aspavientos, sin el menor gesto de divismo. Y si Brian se ganó el cielo, qué puedo decir de mi héroe absoluto, Angus Young. Qué grande es este tipo, qué tremendo guitarrista, qué torrente de sonido sobrenatural directo a tu alma. Los solos que arrancó a su SG fueron de padre y muy señor mío, fundido con su guitarra cual demoníaca aleación inquebrantable. De la infernal sección rítmica, se me hace imposible disociar a cualquiera de sus tres componentes, martillo y yunque al mismo tiempo, una máquina infalibe que sería capaz de atravesar 100 kilómetros de pantano y salir con las botas de caimán ya puestas, y sin perder el machacante 4/4 NI POR UNA DÉCIMA DE SEGUNDO. Malcolm, Phil y Cliff.
Alcanzamos el ecuador del concierto con "Hells Bells", momento que coincide con una especie de subidón de ácido en mi organismo, y si antes no había parado de brincar y moverme, a partir de este momento estuve a punto del descoyunte y la rotura ósea al menos cien veces, empapado en litros de sudor. Luego "Shoot to thrill", tocada tan diestramente que suena milagrosa, luego "War machine" y finalmente le llega el turno a "Dog eat dog"... de pronto y sin pretenderlo se abre una puerta espacio-temporal y regreso a algún momento arededor del 86, me veo rockeando solo en casa con mi guitarra de cartón a los 13 o 14 años mientras el L.P. "Let there be rock" atruena en el stéreo.
"Anything goes" me despierta de la ilusión, me trae de nuevo a los AC/DC del 2009. Sí que es el tema más "flojo" de la noche, pero a estas alturas la banda ha removido tantos sentimientos en mi interior que realmente no me importa en absoluto. A mi cuñao le gusta, y es un fan acérrimo también. "Whole lotta Rosie" suena potentísima, pesada, como un tren de mercancias desbocado, no tan rápida como en otras ocasiones pero amigo, contundente como una mole de granito. Se nos van con una emocionante lectura de "Let there be rock", aquí ya tenía la voz y el cuello en un estado lamentable, pero me invadía la sensación de placer y orgullo.
Llega el momento de los bises, y la emprenden con "Highway to hell". El por qué sonó tan real, tan fresca y tan nueva no lo se, pero aseguro a vuestras mercedes que lo último que me quedaba en el cuerpo lo desgañité a base de bien. Y bueno, llegó la hora, llegó el momento en que la banda ejecutó la que creo que fue su última canción en territorio español. No sabéis lo que desearía equivocarme, y volver a oir el sonido de los cañones en un escenario y el imperecedero riff de "For those about to rock (we salute you)" otras veinte veces. Fue muy emocionante, cerré los ojos y quise retener ese instante, el instante de la última onda sonora de AC/DC perdiéndose en el cielo nocturno de Barcelona. La mejor banda de rock´n´roll de la Historia.
P.D. (dedicada a Diego A. Manrique, personaje camino de una inexorable senilidad)
8 comentarios:
Bien escrito, cuñao. Y el tio ese de El País, quien es? Por un momento me he sentido ofendido con ganas de calzarle una hostia, pero es que luego me ha dado lastimilla. No esta hecha la miel para la lengua del asno y efectivamente, este es otro de esos que "no tienen ni puta idea".
Salut!!!
Qué grandes, ahí, hostiando a los independentistas, jajaja! Tremendo; cuando estuve en el Sant Jordi nos colocamos exáctamente donde vosotros, primera linea de pasarela y a unos 10 metros del stage... Enorme, habría vuelto si no fuera por los exámenes...
Miquel, este tipo es un "veterano periodista" de esos que por no parecer mayor le ha dado cancha y alabanzas a tanto truño "modelno" que da asquito. Hace tiempo, de todas maneras, que está alejado del rock (en su programa de radio 3 ponía nuevas músicas y cosas étnicas). Hace décadas que vomita mierda sobre AC/DC, esto no es nuevo.
Cuando aprenderán del difunto John Peel y de su honestidad.
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N.Anselmo, lo de los indepes de Cerdeña es que simplemente eran gilipollas, vaya lerdos, tronco. Por cierto, el show del otro día te hubiera dejado flipado.
El Sr. Manrique pretende colar a los lectores de El País que ha inventado la sopa de ajo. Él es más repetitivo que sus odiados AC/DC, ya que sus argumentos en contra de la banda se llevan utilizando los últimos 25 años. Que originalidad! Un copión, una persona rancia, un personaje desfasado que chochea, eso es ese tipo. Más de 1 millón de personas habremos disfrutado de AC/DC los dos últimos meses por Europa. Y eso le debe joder!
Descubrimiento de blog, que pienso seguir a partir de ahora.
Da gusto leer cosas así.
Un abrazo and keep on rockin'...
Saludos desde galicia!!
Pedazo de blog que te tienes montado.
Yo aun soy novato
jaja
Gracias por las fotos del concierto.Son la ostia
Un placer haber compartido el concierto con gente que siente tanto AC/DC
Un Abrazo
Sergio
Ahí, ahí... dale caña a Diego A., se lo tiene bien merecido desde hace tiempo, por payaso. Un tipo que, por cierto, se define en el blog de su programa (la madriguera) como "la voz más destacada del periodismo y la radio musical". ¡Eso es modestia, machiño!
(solo te sobró lo de llamarle gay, no hay por qué insultar a los homosexuales presuponiéndoles la misma actitud que la del sr. Manrique).
Exacto Sammy, a este tio lo que le jode es que Young y compañía, a su edad, sientan esa motivación tan fuerte y no tengan rival en el escenario, y llenen estadios.
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Gus, bienvenido a mi casa, espero que disfrutes por aquí, un abrazo!
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Sergio Ride On! Gracias por el piropo al blog, y nada, a ver si nos volvemos a ver en algún show.
Disfrutad mientras podáis !!
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Sr. J, Manrique es desde luego una persona irritante en sus escritos, no soporto su actitud. Es tan pusilánime que acaba dando pena.
Ya quité lo de "gay", por cierto.
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