viernes, 17 de octubre de 2008

Albert Collins - Ice Picking




Como todos los grandes bluesman, Albert tenía sus particularidades y tics que le diferenciaban del resto, y que lo hacían único. Musicalmente, ahí están la extraña afinación en Fa menor que utilizó desde el principio y su increible picking con los dedos, que le hizo ganarse el apodo de "Iceman", ya que parecia "congelar" las notas que producía en el aire.

En escena, su alucinante facilidad para hacer los más variados gestos (como ajustarle los brazos a la batería o conversar con el público) sin dejar de tocar ni perder el feeling, enfervorecía al público. Y por supuesto nadie tocaba mejor la Telecaster.

"Ice picking" es uno de los mejores discos de blues jamás editados, y poco más se puede añadir. Lleno de virtudes y sin una sola muestra de densidades nublosas, con canciones frescas y sencillas, sin ritmos ni matices cansinos. Por otra parte, es facilmente imaginable como las feministas de hoy habrían caido como buitres sobre el pobre Collins gracias a la canción inicial, "Honey, hush": "Oh cariño, calla / hablas demasiado / escuchando tu conversación me entran ganas de separarme / Empiezas a hablar por la mañana / sigues el día entero/ estoy preguntándome qué diablos hice mal / Oh cariño, calla / si que hablas demasiado". Anda y que les den!

1 comentario:

Kaos dijo...

Pues mira, estoy de acuerdo, no solo en que es un gran disco de blues (uno de mis géneros favoritos) sino que les pueden ir dando a las (y los) que no callan ni bajo el agua.