Roy Wood - Mustard

Supongamos que queremos echarle un vistazo a algo diferente... podríamos afinar un poco y nos podríamos decidir por algo realmente bueno que fue grabado hace 35 años por una especie de Phil Spector multintrumentista... pero todavía podemos afinar más... ¿qué tal un viaje a través de la música, qué tal una banda sonora de fuegos artificiales, melodía, rock´n´roll e increíbles pasajes sonoros mutantes, qué le decís a un viaje por las ondas radiofónicas de los tiempos de las Andrew Sisters seguido de un paseo por el "Pet sounds" reflejado en un espejo? ¿Qué tal un viaje a la mente de Roy Wood y a su mejor disco, "Mustard"? Realmente excesivo, realmente brillante y excéntrico, realmente genial.

Roy Wood conoció el éxito masivo con sus primeras aventuras musicales, The Move y los primeros E.L.O., desde que se metió en esto de la música supo desde el primer día lo que era sonar en la radio, aparecer en T.V. y en las revistas. Incluso con su primer proyecto en solitario, Wizzard, colocó algunos singles en lo alto (si vais a las islas británicas en Navidad es muy difícil no toparos con su "I wish it could be Christmas everyday"), pero como artista que iba absolutamente por libre sus discos podían llevar, si, un excelente caramelo para la radio, o dos, pero el resto era Roy Wood a su puta bola, con su varita mágica absolutamente desbocada. Este panorama, unido a lo presumiblemente caro de la puesta en escena hizo que ninguna compañía respaldara una gira de conciertos en condiciones, fuera de Inglaterra, lo que hace de él probablemente el único tipo capaz de componer exitazos condenado a no presentarlos durante giras mundiales.

Todos los instrumentos de "Mustard" (alrededor de 27) están tocados por el propio Roy, de manera bastante acertada por cierto. También son suyas casi todas las armonías vocales, con su voz doblada en varias ocasiones y la colaboración ocasional de uno de los hermanos Everly y de Annie Haslam. De las canciones, lo único que se puede decir es que son auténticas obras maestras, en algunos casos pequeñas sinfonías: estás escuchando algo de swing y sin darte cuenta la música ha transmutado hacia parajes polifónicos o hacia el local de ensayo de los Beach Boys. Pon a cualquier otro a hacer lo mismo y todo se convertirá en un batiburrillo, pon a Roy y te entregará "Mustard".
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