The Stooges - Raw Power

Hoy, día de San Valentín, recibimos a esta criatura suponemos que alada y celestial, con una patada en el estómago. Literalmente... con el disco "Raw power", tocado y cantado por los Stooges de Detroit. En este disco, el amor está aniquilado, vapuleado y arrastrado sin remisión hasta el fondo del abismo. Pero la música es bella como una violenta erupción volcánica en medio del oceano, y excitante y encantadora como tu callejón preferido.

Las guitarras de esta grabación me vuelven loco. No seré yo quien niegue el Olimpo a Ron Asheton pero tengo que decir que mi guitarrista favorito de los Stooges es James Williamson, arriesgándome a un linchamiento público. Su instrumento ruge, maulla, se estremece, explota en hirientes solos, ordena el caos, se desliza en bonitos arpegios, siguiendo una aparente pauta basada en instintos primarios, en absoluta comunión con la persona física y mental de Iggy Pop.

Los escasos arreglos que hay en "Raw power" son sin embargo maestros, como la celesta de "Penetration", o el piano de "Gimme danger". Supongo que alguien tuvo un pequeño momento de lucidez entre tanta vorágina heroinómana y la dramática falta de presupuesto para mezclar lo que alcanzaron a grabar Iggy y sus muchachos en Londres. Definitivamente, una banda peligrosa e indomable, adictos a la supervivencia a pesar de la pasión por los excesos. Este disco es un hito de la música rock, hermanos, de una clase única y especial.
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