Ya que me voy a cargar un blog completamente desatendido por mi parte para comenzar otro radicalmente diferente mientras continuo con Warehouse Of Rock, he decidido importar una de las dos únicas entradas publicadas en la friolera de dos años para que no se pierda.
El primer disco de Black Sabbath, llamado igual que la banda, fue lanzado el viernes 13 del mes de febrero del año 1970. Ozzy y los chicos habían tomado el nombre del grupo del título de una película protagonizada por Boris Karloff y dirigida por Mario Bava en la década anterior. Supongo que pocas cosas tan impactantes se podían experimentar en la época como poner este vinilo en el giradiscos mientras, con la portada entre las manos, los ojos se centraban en la misteriosa figura desdibujada de la mujer. Antes de las primeras terribles notas de Iommi, lo primero que oímos es el sonido de la tormenta y unas campanas doblando a difuntos, que multiplican el efecto sobrecogedor de la imagen de la dama que sostiene un gato negro delante del caserón. Parece que nos hubiera estado esperando allí desde siempre, pacientemente, sin perder su eterna mueca fantasmal, dispuesta a conducirnos a lo profundo del bosque...
La escena de efecto irreal de la portada, su sutil mezcla de elementos que hacen que la imaginación se dispare hacia oscuros recovecos del cerebro, alimentó varias leyendas que básicamente atañen a sus dos figuras centrales, la señora de negro y el caserón que se yergue a sus espaldas. Este último no es (lo siento) ninguna casa misteriosa y embrujada, donde se cometieron horribles crímenes en la antiguedad, ni un lugar imposible de localizar... es el molino de Mapledurham, Berkshire, Inglaterra, de hecho el único molino en activo de todo el Támesis. Se llega facilmente desde Reading en dirección Pangbourne, primer desvío a la derecha siguiendo las indicaciones sobre Mapledurham House, puesto que se halla en esta propiedad. Se puede comprar hasta harina de la que muelen allí, y la visita guiada cuesta alrededor de 8 libras, algo caro me parece pero bueno, ya que uno se ha tomado la molestia de ir pues nada, no deja de ser interesante. Se aparca sin problemas a escasos metros, junto a la orilla del río. Obligado acudir si andáis cerca, recomiendo el hotel The Elephant en Pangbourne, al lado del Támesis, en el caso de que decidáis pasar algunos días por la zona. También se puede ver el molino en una escena de la película "The eagle has landed", ambientada en la II Guerra Mundial, durante la cual un paracaidista alemán salva la vida de una joven lugareña y en la serie "Midsomer murders", donde aparece en la presentación.
Sobre la figura de la mujer, en cambio, si que persiste el misterio todavía. Evidentemente no es una bruja, ni tampoco es cierto que no estuviera allí cuando se hizo la foto, apareciendo posteriormente en el revelado. No existe una versión oficial y contrastada sobre la identidad de esta chica, ni siquiera los propios Sabbath tienen alguna pista, según Bill Ward: “No recuerdo a ninguna mujer, vivíamos drogados las 24 horas del día. . .” De puta madre, Bill.
Lo único que se sabe es que la foto es de Marcus Keef, artista que había contratado la compañía de discos y que haría también las dos siguientes portadas. A veces se ha comentado que la mujer es una chica de la zona que estaba allí cuando el fotógrafo disparó, y simplemente quedó bien después de tratar la fotografía, pero parece más razonable la versión de Pete Sarfas, periodista y jefe de la Black Sabbath Appreciation Society, el cual me indicaba en un email que respondió amablemente que es una actriz que se contrató para la ocasión, cuyo posible nombre era Louise. Según el mismo tipo, la modelo conoció a los chicos meses después, aunque ninguno recuerda nada. El caso es que nadie sabe concretamente la identidad de la misteriosa dama, y hasta el momento ni ella misma ha hecho nada al respecto... lo que explicaría que como algunos sostienen murió accidentalmente el mismo año 1970. Cuanto menos curioso. Quizás la única persona que pudiera saber algo concreto sea el propio fotógrafo y diseñador de la portada, pero hace un tiempo incluso intenté localizarlo y no encontré nada, algo que me llevara a una web, teléfono, dirección, nada, ni rastro... es más, abundan los intentos de búsqueda infructuosa. Tengo un amigo que dice que el propio Markus Keef está tras su desaparición y por eso ha desaparecido del mapa!!!
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Hay casos documentados de ataques de pánico en adolescentes de la época que no conseguían quitarse de encima la imagen de la portada, pasando noches enteras en vela, en estado de completa ansiedad, incluso algunos mindundis impresionables huyeron espantadas durante los conciertos de la banda por aquel entonces al encontrarse en vivo la música que enlataba la famosa foto. Por propia experiencia, todavía puede provocar más de un escalofrío... La conjunción entre elementos reales y los que despierta el cerebro han convertido esta portada en algo mítico y arcano, realmente especial, sin duda una de las mejores de la historia del rock.