sábado, 24 de abril de 2010

The Monarchs - Make Yer Own Fun

Qué tendrá el rock australiano. Los tipos se agarran a las guitarras cual garrapatas, e invariablemente someterán a tus tímpanos a una sesión de rock´n´roll de alto voltaje, un rock único y especial que hunde sus raices en la música más indómita de los 60´s y que reserva siempre una porción de su ADN a unos tipos de Sidney llamados AC/DC. De la conjunción de ámbos elementos y de las propias circunstancias del momento tenemos sus señas de identidad: ritmo, potencia, sonido natural y abrasivo, buenos estribillos y toneladas de diversión.

A pesar de que Australia es un país de proporciones gigantescas, si hablamos de rock lo hacemos también de una escena en la que todo el mundo se conoce, con sus propias leyendas y mitos locales, pequeñas tradiciones y una inexcusable veneración por los pioneros. Una de estas leyendas es sin duda Brad Shepherd, uno de esos tipos a los que más de una generación ha aplaudido encima de un escenario desde sus comienzos en el negocio al filo de los 80´s, pasando por bandas desconocidas pero institucionales como The Fun Things, episodios de relativo éxito mundial como The Hoodoo Gurus hasta llegar a su obra más importante: The Monarchs.

Un disco de auténtico ensueño donde todo está en su sitio, un disco que respira y del que puedes escuchar incluso su corazón latir con fuerza, un disco donde el soplido eléctrico de las impresionantes guitarras, en su doble version killer/power pop, es un cortafuego que derrite sin más cualquier obstáculo que se interponga entre las canciones y tus oidos. En muy pocas ocasiones uno se enfrenta a temas como "2001", un himno rockero de primer orden, y a toda una sucesión de temazos donde el rock de raza da la mano en ocasiones al mejor pop posible con un resultado deslumbrante. Lo malo es que tras este disco, los tipos lo dejaron.
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sábado, 17 de abril de 2010

Hüsker Dü - Candy Apple Grey


Durante gran parte de mis años de Instituto me enchufaba a la radio por las noches, a la hora de dormir. La nómina de artistas que descubrí cada noche en la por entonces fascinante Radio 3 es apabullante, desde los Doors y una pila de grupos de garage hasta grupos del momento tipo Green On Red o Godfathers. Bien, no os voy a explicar lo que es oír por primera vez "L.A. woman", "American girl" o "Gimme danger"... de alguna manera te cambian la vida. Una de esas noches me topé en las ondas con una canción que me dejó absolutamente flipado, la intensidad del tema en cuestión, su fuerza indómita, podían cortar el aire como un cuchillo y su belleza desgarradora golpear directamente en un corazón adolescente. "Sorry somehow", por los Hüsker Dü.

La angustia juvenil y el compromiso político guiaron los primeros pasos de la banda, con la fuerza bruta como tarjeta de presentación. La voz de Bob Mould y su guitarra al asalto de la base rítmica del trio a fuerza de puro decibelio, catarsis de hardcore inmisericorde on your face. El único rastro, casi, de aquellos primeros años en este sexto disco de los de Minneapolis es la inicial "Crystal", una brutal embestida del combo cual peligroso tren a tumba abierta y sin frenos. Hüsker Dü fue una banda que dejó salir todo el potencial que guardaba en su interior sin asomo de dudas o miedos, de modo que para "Candy apple grey" los tipos ya eran capaces de soltar un "No promise have I made" a base de piano con total convicción y sin perder su esencia.

A pesar de que fue un relativo fracaso comercial, este disco es uno de los indiscutibles pilares de toda la música posterior de Seattle y satélites adyacentes, y uno de los hitos del rock insobornable, puro y orgulloso, una banda sin mácula en cuanto a integridad y convicciones, tan punks como amantes de los Beatles. Hoy he vuelto a recuperar su discografía, y la verdad es que sigue siendo un placer escuchar esta maravilla, volver a encontrase a Mould o al batería Grant Hart cantando "I don´t know for sure", "Don´t want to know if you are lonely", "Too far down", "Dead set on destruction" o por supuesto "Sorry somehow" una y otra vez. Como me dijeron una vez, "... puede que estos tios estén mezclando a Black Sabbath y los Byrds sin saberlo"

domingo, 11 de abril de 2010

R.E.M. - Green


El tiempo y el éxito han distorsionado la imagen de los REM. La TV y radio mundiales los exhiben más o menos con asiduidad desde el año ´91 y cada nuevo disco que editan es anunciado incluso en el telediario de Matias Prats, ínclito presentador siempre "a la última" en tendencias musicales. Se podría decir que son los Bruce Springsteen del pop o algo así. Sin embargo, en mi retina permanecen inalterables los REM de los ´80´s, cuando eran una más de las excitantes bandas del Nuevo Rock Americano y se afanaban por mantener encendida la llama del folk-rock, de las Rickembackers calientes y de las buenas melodías. Yo era un mocoso semiadolescente ávido por meterme toda la Historia del Rock por la vena en el menor tiempo posible, y este disco no iba a ser menos.

"Green" fue el primer disco de la banda en una multinacional, y venía precedido por otra fantástica grabación, "Document", donde brilla con luz propia una de las mejores canciones de la historia, "The one I love". Entre uno y otro no existen diferencias significativas en cuanto al fondo y las intenciones, pero aquí las cosas están más pulidas, y las canciones son sin duda más intensas. Luego vendría el disco que les catapultó a la fama mundial, "Out of time", un disco que servidor no entendió y sigue sin entender, aunque me alegré por los muchachos. Han digerido la fama como muy pocos y eso nadie lo puede negar.

Supongo que muy pocos de nosotros hoy en día se muestra interesado por los REM actuales debido a las más diversas razones, pero siempre habrá un hueco en mi blog para este disco. Jamás renunciaré a la integridad musical de esta obra, a la canción pop de gran calibre representada en "World leader pretend" o "Pop song 89", a la psicodelia deslumbrante de "Turn you inside out", o a las delicias folkies de "Hairshirt" y sobre todo "You are the everything" (creo que nadie grabó en aquel año nada tan cercano a "The battle of evermore"!!), una de las joyas ocultas de la discografía de los de Athens, Georgia. Y no, no me he olvidado de que en "Green" también sale "Stand", la sintonía de la mejor seria de mi generación, "Búscate la vida"!!!.
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