viernes, 27 de marzo de 2009

AC/DC – Live In Paris (Let There Be Rock – The Movie)




… Y se hicieron la Luz y el Sonido, y tras un estallido, del cielo bajó un cegador rayo de Electricidad y Potencia.

Y entonces la verdad fue revelada: AC/DC es el Rock, y Angus Young su profeta.

The Innocence Mission – Birds Of My Neighbourhood


Algunos discos revuelven tu adrenalina (“Fun House”, “Powerage”, “Dressed to kill”… ) y hacen que tus sensaciones más terrenales se disparen y te sientas en lo alto de la jodida montaña pero, al menos para mi, de vez en cuando es bueno dejarse seducir por melodía, poca instrumentación y bonitas canciones. “Birds of my neighbourhood” va un paso más allá, porque la increíble voz de ángel de Karen Peris y la pulcra y elegante Gretsch de su marido Don son un regalo del cielo y me quedo corto. Muy corto.

Lo de este trío no es normal, tras un puñado de grabaciones todavía no han pinchado ni siquiera durante diez segundos. Disco bueno tras disco bueno, estos señores cocinan muy lentamente sus canciones durante meses en una cabaña de los bosques de Pennsylvania. Tienen en su haber seis discos y un par de EP´s desde su debut en el ´86, pocos, pero es que sólo graban cuando realmente tienen algo que decir o pasa algo relevante en sus vidas que les inspire.

El resultado es música sencilla pero de ningún modo simple, pequeñas obras de arte donde refugiarse cuando se necesita recogimiento, contemplación o simplemente estar a solas con uno mismo. Me cuesta destacar un tema sobre otros, debido a la altura de todas las canciones. Altamente recomendado, siempre que se tengan tiempo y orejas para folk intimista.

martes, 24 de marzo de 2009

Creedence Clearwater Revival – Green River


El rock está hecho en gran medida de sueños. Unos pálidos chicos ingleses soñaron una vez que escapaban de su frio y lluvioso hogar y acabaron grabando “Exile on Main St.”. A nuestro pequeño grupo de la hippie y soleada California le sucedió algo parecido: soñaron con el voodoo y los pantanos de Luisiana, con La Nouvelle-Orleàns, con el Mississipi y con el “Proud Mary” remontando orgulloso la corriente del rio mientras los negros tocaban blues en las cabañas de la orilla, y se convirtieron en Historia Americana.

Descubrí a esta banda el día de Santa Cecilia del ochenta y algo, durante los actos sobre la patrona de la música en el conservatorio. Los alumnos tocábamos en la sala piezas que nos habíamos preparado para la ocasión, en esta que se subieron tres de los “mayores” armados de dos acústicas y una 335 y la emprendieron con una de los Beatles, otra de los Grateful Dead, y al final una tonada que más tarde, al interrogar al cantante del combo (luego compañero de fatigas y noches alcohólicas), supe que era “Lodi” de la Creedence Clearwater Revival. Esa canción me estremeció aquella tarde, como muy pocas lo han hecho.

“Lodi” es oro puro, mi favorita absoluta de CCR. Basada en una economía de medios en la que todo se reduce a ritmo, melodía, pasión y una historia que contar, Fogerty consiguió destilar la esencia de la emoción. La historia del músico derrotado por la carretera que además no escucha consejos de nadie logra ponerme un nudo en la garganta cuando finalmente se rinde, en las magistrales líneas finales: “Si solo tuviera un dólar por cada canción que he cantado / y por cada vez que he tenido que tocar mientras la gente indiferente allí se emborrachaba / ¿Sabéis? Cogería el primer tren de vuelta a casa / Oh, Señor, estoy atrapado en Lodi otra vez”… Grande! No es lo único que hay en “Green river”, ni mucho menos: la canción que titula el disco y su riff pantanoso, el increíble apocalipsis anunciado en “Bad moon rising” en medio de una alegre canción, la letra de “Wrote a song for everyone”, “Tombstone shadow” o el blues con trucos de vieja escuela “Sinister purpose” son material de primera, roca de diamante. Y este año nos visita John Fogerty, hostia puta!

lunes, 23 de marzo de 2009

MC 5 – High Time


Es mi disco favorito de los Motor City Five por diversas razones, condensadas en dos: el productor Jon Landau la cagó puliendo en demasía el sonido de “Back in the USA”, y “Kick out the jams” puede que sea un disco más “importante” que este, pero algunas canciones flojas y otras saturadas de ruido no lo hacen mejor que “High time”. Luego está el tema de que las guitarras de esta grabación me chiflan.

El disco comienza con “Sister Ann”, uno de los grandes números que nos ha dejado el rock´n´roll, una pieza de valor incalculable. Riff incendiario, catártico, con las dos guitarras gemelas perfectamente conectadas repartiendo jalea a diestro y siniestro mientras el piano machaca con saña un acompañamiento clásico. Rob Tyner al micro... la música del diablo haciéndose presente. El resto es lo mejor que se puede escuchar tras una canción como esta.

El efecto sonoro de los MC5 no es otro que el de una brutal pegada, ni siquiera necesitan amplificadores saturados al 1.000 para noquearte en cuatro compases. Los tipos tenían esa fuerza natural y salvaje que no te la dan ni los vatios ni la sobreproducción, o la tienes o no la tienes y punto. Grima me dan esa pléyade de grupos de doom metal y cosas así enmascarando sus carencias tras un sonido plano de mega-distorsiones que se emborronan en cada show más que en el anterior. Ted Nugent sobre los MC5: “I can´t describe in words what it meant to witness the power of that band live.” Yo tampoco puedo, Nuge, mejor dejemoslo.

New Barbarians – Buried Alive: Live in Maryland 1979 (Stones Special #17)

Los New Barbarians, bautizados por Neil Young, fueron la banda que montó Ron Wood para promocionar su grandísimo L.P “Gimme some neck” a lo largo de los U.S.A. En intenciones y sonido era una banda hermana de los Stones, cosa inevitable teniendo en sus filas a Keith Richards, Bobby Keys y al propio Woody, en un “drug all stars” completado con Ian MacLagan a los teclados (también actuaba en esa época con los Rollings), Stanley Clarke al bajo, y en la batería el huracán titular de los tambores de The Meters, Joseph Zigaboo Modeliste, cuyo grupo había sido el telonero de Jagger y Cia.

El debut de la banda ocurrió en Canadá, concretamente con dos shows benéficos en el Auditorio Cívico de Oshawa, que no eran otra cosa que una de las condiciones impuestas a Keef para eximirle de penas mayores a causa del famoso asunto de posesión de heroína. A esta premiere siguió una gira por 18 ciudades estadounidenses, durante las cuales el grueso del repertorio recaía en las canciones de Ron, aunque también se tocaban números de los Stones y las consabidas versiones de Berry y similares en conciertos con todo el aforo vendido.

Wooden Records, propiedad de Ron, editó en el año 2006 este concierto del Capital Center Arena de Largo, Maryland, siendo la primera grabación oficial de los New Barbarians, con una muy cuidada presentación y con un sonido bootleg, crudo y real. La voz de Woody, cazallosa, rockera y con regusto a Dylan, parece salirle de las entrañas. Lo mismo cuando canta Richards, muy aficcionado al vodka en aquellos momentos. Keys, limpio y en forma, deja sus mejores notas a lo largo de los temas. Y las guitarras pues nada, heroin-styled, con sus pros y sus contras.


viernes, 20 de marzo de 2009

Keith Richards – Talk Is Cheap (Stones Special #16)


A pesar de dos piezas un tanto flojas, el primer disco en solitario del corazón de los Rolling Stones es fácilmente el mejor de las aventuras solitarias de sus componentes. A diferencia de sus compañeros, el astuto Keef se unió a una banda ya curtida en los escenarios de medio Estados Unidos, The X-Pensive Winos, y pasó de mercenarios. Hay cuatro números que son piezas maestras del “estilo richards”, puro hechizo rocker: “Take it so hard”, “Locked away”, “How I wish” y la dura y sincera carta abierta a Mick JaggerYou don´t move me”, en la que Keith le canta las cuarenta a su ambición y dejadez artística .

Nunca le gustó que los Stones grabaran discos en solitario, y la primera grabación de Jagger incluso le hizo ponerse a maldecir y jurar. Si editó “Talk is cheap” fue debido a la terrible sensación de inactividad y al mal rollo entre sus antiguos compañeros, en una época en la que todo el mundo pensaba que estaban acabados como banda tras la edición de “Dirty Works”. Afortunadamente, por la época en que finalmente fue editado, todo empezaba a discurrir por su cauce y finalmente joyas como “Stripped” y el bueno buenísimo “A bigger bang” han visto la luz.

Siempre fue un placer escuchar cantar sus canciones al señor Richards, con su estilo arrastrado de superviviente, convocando a los dioses del voodoo y a los viejos bluesmen. No cuesta imaginar el disco que los Rolling Stones al completo podrían haber editado, si estas canciones y las del “Wandering spirit” de Mick hubieran tenido una oportunidad en sus manos. Mejor pensar que todo está bien como está y punto.

Marianne Faithfull – The Very Best Of (Stones Special #15)


Cuando Marianne Faithfull entraba en una habitación, inevitablemente atraía todas las miradas hipnotizando al personal. Irradiaba una belleza cegadora que seducía por igual a hombres y mujeres. Muy conocida en al ambiente del Swingin´ London, el manager de los Rolling Stones se empeño en construirle una carrera musical. Jagger y Richards compondrían para ella “As tears go by”, primer single publicado con su nombre, y “Sister morphine” (esta con la ayuda de la propia Marianne), canciones que grabó antes que los propios Stones.

A su debut como cantante le seguirían una serie de singles, todos gemas del pop de la época con una instrumentación muy cuidada e interpretados con una cristalina y bonita voz por Marianne, sin que falte su arrebatador toque de hielo. Como es bien sabido, inició una relación amorosa con Mick que acabaría con un intento de sobredosis en Australia, después de las continuas faltas de respeto del cantante de los Rolling Stones, y el estado en el que estaba sumida después de engancharse a diversas drogas mientras era parte del entorno de la banda.

Tras unos años viviendo su particular infierno, se descolgó con una obra maestra en el año 1979, “Broken english”, sobrecogedor disco que presenta a una persona completamente diferente a la dulce e inocente joven pop, con la voz rota y desgarrada. Fue otra de las víctimas del letal “fuego amigo” de los Rollings, lo que no le impidió levantarse y rehacerse como artista y leyenda, esquivando la lista de fallecidos prematuros. Una fantástica mujer. Os dejo con una selección de singles desde el 64 hasta el 69, donde se puede escuchar también a Ry Cooder en un par de números, incluida su primera aproximación a “Sister morphine”.

Peter Tosh – Legalize It (Stones Special #14)

Tal y como la carpeta orignal de este disco sugiere, Mr. Tosh no reclamaba precisamente la legalización de los pepinillos picantes, sino de algo mucho más agradable y placentero y que crece a toneladas alrededor de Kingston, Jamaica. Un rastafari de libro, se le puede ver en su salsa en el video “Waiting on a friend” de los Rolling Stones, todo naturalidad. Tosh estuvo en la órbita de los Stones hasta bien entrados los 80´s, y grabó mucha música en el sello del grupo.

Fue el interlocutor principal entre Keith y los rastafaris de Jamaica, lugar al que Richards había ido a parar rastreando la nueva música que había descubierto a finales de los 60´s y de la que se estaba enamorando. Aún hoy en día, en sus fiestas suenan oscuros y desconocidísimos singles de artistas de reggae. A causa del consumo desorbitado de la potente marihuana a la que era aficcionado, Peter pasó por momentos extravagantes, exaltados, violentos o cercanos a la crisis de pánico. La mansión jamaicana de Richards fue ocupada en una ocasión por la banda de rastas de Tosh, escandalizando al vecindario. Rápidamente, Keef se dirigió al lugar pero antes telefoneó desde el aeropuerto para darles el toque de modo que fueran desalojando, a lo que el amigo, sin cortarse ni un pelo respondió, “Ok Kit, mi AK-47 y yo te estamos esperando, y está cargado”. Wow!

"Legalize it”, el primer disco en solitario de Peter Tosh tras abandonar los Wailers, es un auténtico clásico del sonido jamaicano, y muchas de sus canciones sobrevivieron en su repertorio hasta el final. Tirando más al contenido social que otros músicos del ramo como Marley, aquí tenemos una de las muestras definitivas del género, con unas canciones vibrantes y muy negras. La edición original incluía una pegatina con olor a marihuana, qué aficción!!

Billy Preston – Encouraging Words (Stones Special #13)

Es conocido como el quinto beatle, pero yo diría que los rítmos vitales y groovies de Billy Preston son tanto o más cruciales al servicio de los Stones, lo mismo en disco que en los escenarios de la década de los 70´s, donde no es entendible el repertorio de la banda sin sus teclas. En la gira del ´74 incluso tocaba dos de sus propias canciones acompañado por Charlie, Richards y compañía, según una imposición de su mánager personal. No creo que se lo permitieran a ningún otro !!!!.
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Billy es un maestro de maestros, su característico toque con los teclados viene directamente de la tradición góspel y se hunde en el soul y el rhythm´n´blues, entre trallazos de poder negro y sutiles arpegios o grooves. Como buen artista negro de calidad de la época, siempre está entregado al 100% y su interpretación vocal es exactamente igual que su música, espiritual y poderosa. Vamos, lo mismo que los jodidos rapers de hoy en día, reducidos a matones de barrio. Claro que nosotros tenemos a Justin Timberlake en vez de a Elvis en la lista de éxitos...

Este disco tira bastante por el soul y me parece que tiene más fuerza y variedad que otros de su discografía, incluso un plus de intensidad que le viene de perlas a temas como “Right now”, “Use what you got”, “Sing one for the Lord” o la canción que da título al disco, un tremendo y sexual funky-soul marca de la casa. Bueno, y la versión de “All things must pass”, increíble… todo el puto disco es una joya. El line up? George Harrison y Clapton (todavía caliente) a las guitarras, Doris Troy en los coros, Keith Richards en el bajo, Ginger Baker a la batería y el propio Preston (lógicamente) a la voz y teclados varios. La leche.


Mick Taylor – A Stranger In This Town (Stones Special #12)


Vox populi. También lo ha dicho Charlie Watts, el mejor músico que ha pasado por los Rolling Stones es el guitarrista Mick Taylor, un auténtico músico de blues dotado con la inventiva melódica y calidez de los jazzmen. Ningún guitarrista Stone ha conseguido líneas más compatibles con la voz de Jagger. Sus highlights con los Stones se pueden citar por docenas (“Sway”, “Winter”, “Time waits for no one”o sus figuras en “Exile”) a los que habría que añadir los apoteósicos números protagonistas en un buen puñado de conciertos de los que la prensa de la época ha dejado constancia.

Taylor empezó a perder la paciencia alrededor del 73, cansado de que el ritmo del grupo lo marcara el estado narcótico de Keef, molesto porque su contribución decisiva en “Sway”, “Moonlight mile”, “Time waits for no one” , “Till the next goodbye” , “100 years ago” o “Winter” no se reflejaba en los créditos, hasta que finalmente le picó el gusanillo de la carrera en solitario y los abandonó. Fue un shock para la banda, e increíblemente el más molesto fue Richards, cosa rara puesto que lo trataba con bastante indiferencia (una de las razones de que no acabaran de congeniar nunca). Supongo que como cualquier junkie, prefería tener a su lado a un cómplice de correrías que resultó ser Woody. Con el tiempo, eso si, los dos pollos se han arreglado.

Pues nada, aquí lo tenemos grabado en vivo en Suecia, más una toma en Alemania y otra en Filadelfia, en un correctísimo disco donde por momentos destapa sus esencias. Nunca sabremos que hubiera pasado si no se hubiera largado de los Stones, lo único que está claro es que su carrera en solitario no fue como le auguró media prensa mundial, que ya celebraba a un nuevo y exitoso Clapton.

jueves, 19 de marzo de 2009

Nicky Hopkins – The Tin Man Was A Dreamer (Stones Special #11)


Nicky fue uno de los “stones de facto”, su aportación a la banda es incalculable y ya era uno de los músicos británicos más brillantes antes de relacionarse con ellos. Todo aquel que era alguien en el mundo del rock durante los 60´s y 70´s lo quería a su lado, no en balde tocó en más de 500 discos, muchos de los cuales son piezas cruciales de la música inglesa y americana que no hubieran sonado igual sin sus manos. Incluso renunció a formar parte de los Zeppelin para irse al Jeff Beck Group!
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En mi opinión ésta es su mejor obra en solitario, de esas que se van calentando según avanzan las canciones. Nicky se afirma como un compositor de gran altura y como un cantante solvente. Como pianista, en su línea… un puto crack. El estricto rock and roll no es el principal motivo de este disco pero lo hay de gran calidad, entre piezas de piano barrelhouse, honky tonk, boogie, soul, motivos country y su propio lenguaje. Gran acierto también por su parte la elección de los geniales músicos que le acompañan, todos con la versatilidad necesaria para llevar adelante las canciones.
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El señor Hopkins era una persona muy sensible, percepción acentuada por su aspecto delgaducho a causa de una dolencia crónica. Su timidez fue proverbial, quizás la causante de que no ejerciera una carrera en solitario más sólida y ambiciosa, pero al menos el mundo no se ha perdido su creación e inspiración grabada en colaboraciones y discos en solitario. Nos dejó tristemente en 1994. Que no os quepa duda de que esta obra es un tesoro escondido, tan bueno como lo mejor que hayan editado en solitario Sus Satánicas Majestades, o más.

Charlie Watts – Long Ago And Far Away (Stones Special #10)


De todos es conocida la querencia de Charlie por la música jazz, el señor encargado de los tambores que aprovechaba cualquier gira de los Stones para visitar a clubes y músicos del ramo por medio mundo. Los mejores del estilo que han colaborado con ellos lo han hecho por intercesión de Watts, por ejemplo Sonny Rollins y su increíble y dulce saxo en “Tatto you”.
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Esta grabación, “Long ago and far away”, es el mejor fruto de las inquietudes en solitario del batería, una colección de monumentos del “evergreen jazz”, evocadores y con toque. Los arreglos de terciopelo ejecutados con gusto y cuidado propulsan esta obra hasta un grado de calidad bastante notable, y la labor vocal de Bernard Fowler, un viejo conocido del entorno Rolling, roza la alta escuela sin necesidad de fuegos artificiales.
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Watts es el que más se aleja en sus discos en solitario a lo que es o ha sido la banda madre, y la verdad es que tiene buen gusto para los arreglos y el repertorio, llevando las viejas perlas jazz de Gershwin o Porter a una dulce segunda vida. Un disco brillante y positivo, efectos que se multiplican si se escucha cuando el sol empieza a diluirse en el horizonte.

Ry Cooder – Boomer´s Story (Stones Special #9)


Está claro que de alguna u otra manera, el genial Ryland Cooder influyó en la génesis y ascenso al Olimpo de los Rolling Stones post Brian Jones. Si este tipo no hubiera trabado contacto con los de Richmond, hubieran sido un grupo musicalmente diferente. Solo hay que hacer notar el detalle de que Keef aprendió de Cooder la afinación en sol abierto y sus secretos. La utiliza desde “Beggars banquet” y su particular sonoridad es lo que hace inimitables los riffs de “Honky tonk women”, “Start me up”, “Happy” o “Brown sugar”. La línea de slide que Ry les regaló en “Sister morphine” es estremecedora y uno de los highlights del disco “Sticky fingers”.

Maestro de la guitarra y la mandolina, todo lo que debe saberse de este tipo ya está escrito. Es, en efecto, uno de los músicos que consiguió resguardar y transmitir la riqueza de la música tradicional americana, desde el blues a cualquier otra cosa con raíces. Mi época favorita de Ry son los primeros 70´s, y es jodidamente difícil elegir un solo disco, pero ahora mismo me quedo “Boomer´s story” y su blues cristalino y fresco, el suave country que ocasionalmente se desliza por las canciones, algún toque fronterizo y en general la belleza y optimismo de la música. “Maria Elena”, “Rally ´round the flag” y “Dark end of the street” son canciones que no se olvidan jamás.

La de Ry Cooder y los Rolling Stones no es una historia que haya acabado bien, ya que a día de hoy no quiere saber nada de ellos, y los considera estafadores y ladrones. En cambio, para Bobby Womack son los mejores tipos sobre la tierra… ¿ángeles o demonios? Conteste usted mismo!

Mick Jagger – Wandering Spirit (Stones Special #8)


De largo el mejor disco en solitario del cantante de los Stones. Recuerdo lo que me gustó este disco cuando salió, bien es verdad que ahora al escucharlo tras 5 o 6 años ignorándolo en la estantería no me parece tan excitante. Después de la debacle artística y comercial de sus dos insípidos primeros discos en solitario, que no parecían otra cosa que la banda sonora de fondo para reuniones y fiestas con sus amigos de la alta sociedad o para “clubes de moda”, Jagger se descolgó con un álbum más trascendente e introspectivo aunque ciertamente orientado comercialmente. Por lo menos se acabó llevar de guitarrista a Joe Satriani y sus poses de guitar hero!.

No contiene ninguna obra maestra PERO sí hay números realmente buenos que se podrían haber convertido en algo grande en manos de los Rollings al completo. “Out of focus” sabe a medio tiempo stone 70´s y “Evening gown” es una bonita balada en la línea clásica de Mick, también aparecen por fin piezas rocosas como “Mother of a man” y “Wired all night”y tenemos incluso una revisitación al pasado de la banda madre en la blusera canción que da título al disco y sobre todo en “Angel in my heart”, canción que retrotrae de inmediato a los tiempos con Brian Jones, gracias al clavicordio y los arreglos orquestales.

El disco está perjudicado por la producción, a la que menos contención, un poco de sonido orgánico y guitarras más naturales y presentes hubieran sentado muy bien. La ejecución de los músicos contratados para la ocasión (todos con mucha reputación) no deja de ser profesional, pero lógicamente no tiene el empaque de una banda. La frustración de Mick Jagger es no haber encontrado un nicho comercial para su obra en solitario, después de intentarlo con poses, formatos y estilos bien diferentes.

Jamming with Edward (Stones Special #7)


Aquí tenemos a los Stones sin Keef, en los tiempos en que se estaba convirtiendo en un heroinómano de marca, completamente imprevisible en sus actos y decisiones. Pues nada, esperando a Richards en su propio apartamento parisino donde habían quedado para ensayar las canciones del álbum “Let it Bleed”, la troupe stoniana de aquella tarde la emprende con varias improvisaciones libres, donde trabajan con cambios de ritmo, estructuras y demás historias.

Hopkins al piano, incapaz de tocar mal y sin feeling incluso en un simple ensayo, Mick a la armónica ocasional y algún arranque vocal, Wyman practicando sus líneas bluesies, Charlie fantástico en los tambores, y como guitarrista Mr. Ry Cooder, el cual sostiene que algunas partes de guitarra de esta y especialmente otras sesiones fueron copiadas por los Stones en sus propias creaciones.

El "Edward" del título era un alias para Nicky Hopkins, a raíz de su increíble parte de teclas en el tema “Edward, the Mad Shirt Grinder", una canción del álbum “Shady grove” de los Quicksilver Messenger Service que regrabó en su disco “The tin man was a dreamer”.

Bill Wyman´s Rhythm Kings – Just For A Thrill (Stones Special #6)

Ahora llevan a otro que no lo hace mal, pero el bajista de los Rolling Stones siempre será Bill Wyman por más que sus ex-compañeros le dediquen irónicas sentencias sobre su expresión facial y maneras en el escenario. Personalmente me parece un bajista cojonudo, desde luego sus líneas para los Stones son la rehostia.
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Cuando no tuvo la necesidad de seguir subiéndose al escenario con ellos (otros mataríamos), se lo montó por su cuenta. En “Just for a thrill”, los Reyes del Ritmo de Bill Wyman se marcan unas muy buenas versiones de jazz-rhythm´n´blues, STAX, algún standard e incluso el “Taxman” con un swing muy conseguido y vivo. Una música confortable como un buen par de zapatos, vamos. En cuanto a sus compañeros de reparto, parece un concurso de tipos con oficio (Knopfler, Albert Lee, Georgie Fame, Sid Gould...) lo cual se traduce en una solvencia expeditiva.

Otro disco para escuchar de Wyman es su primera obra en solitario “Monkey Grip", a pesar de que las canciones podrían tener más fibra. Ok, los arreglos son imprecisos y la parte vocal poco trabajada, pero es muy divertido, hay alguna música de interés y se le acaba cogiendo simpatía... como a Ringo Starr. Loog Oldham siempre dijo que era el Stone más en paz consigo mismo, y puede que tenga toda la razón.

Brian Jones – A Degree Of Murder Soundtrack (Stones Special #5)


Brian Jones formó y bautizó a los Rollings Stones, los unió detrás de un objetivo, les contagió entusiasmo y autoconfianza, y dejó su espíritu en buena parte de su discografía. Sus figuras de guitarra, sus slides y aportaciones con toda clase de instrumentos son francamente cojonudas. La gente que lo vio en escena coincide en que, ante su sola presencia, el resto de sus compañeros palidecía, con su forma de tocar excitante y rabiosa y el efecto de aura que producía su melena rubia. Dejó un buen puñado de hijos por medio mundo.

Jagger y Richards le tuvieron verdadera envidia. Sobre todo por su novia Anita Pallenberg, a la que Keef acabaría seduciendo en un acto que hundió a Jones y lo desorientó definitivamente, circunstancia agravada por la falta de comprensión con su estado físico y mental en el seno de los Rollings. Cuando estaba recobrando la ilusión y hacía planes con otros músicos murió en la piscina de su casa. La creencia popular admite que apenas influyó en la composición de la banda, sin embargo los Stones grabaron cuatro canciones 100% de Brian, tituladas “Wake up in the morning”, “Sure I do”, “I want to know” y “Dust my pyramids”, aunque misteriosamente nadie sabe dónde están las cintas. De igual manera se ha sabido que “Play with fire”, “Empty heart”, “Under assistant west coast promo man”, “Stoned” y alguna otra son básicamente canciones suyas, aunque editadas bajo el democrático seudónimo “Nanker-Phelge” que durante un tiempo englobó canciones de todos. Anita, familiares e íntimos aseguran que tenía más canciones que nunca enseñó al grupo.

A degree of murder” fue un film alemán super-cool para el que Jones compuso la banda sonora aunque INCREIBLEMENTE nunca se ha editado oficialmente y no hay copias aparte de las decenas del prensado original que dios sabe donde están. El archivo del link no es otra cosa que una horrenda grabación freaky de varios extractos con micrófono directamente del altavoz de un televisor mientras se estaba reproduciendo la película, solo vale para hacerse una idea de la alucinante música que compuso Jones. La otra opción es hacerse con una copia de la peli y disfrutar de más calidad musical. Existe un portal donde se pide la edición de este documento sonoro de una vez por todas, los interesados pueden dirigirse al mismo . De propina en el archivo Jimi Hendrix tocando en el estudio junto al Stone rubio, en lo que al parecer fue el primer contacto de un futuro proyecto de supergrupo que estaban madurando entre los dos.

Ron Wood – I´ve Got My Own Album To Do (Stones Special #4)


El debut de Ronnie, "I´ve got my own album to do", es realmente destacable y reivindicable, lo mismo que “Gimme some neck” y la perla negroide, elegante y sentimental "Now look", que se ha convertido en el disco que más escucho actualmente. Entre los tres albumes hay una buena dosis de rock´n´roll. La fina ironia de Wood llevó a titular su primer disco con la frase que no paraban de pronunciar muchos de los músicos que se acercaban a su estudio privado en la mansión londinense de su propiedad. Llamada The Wick, se trata de un precioso edificio con vistas a la curva del Tamesis.
Keith Richards empezaba a estar verdaderamente jodido con la heroína por aquel entonces, y todo el mundo hablaba de que los Stones lo largarían en breve. En una de sus noches locas pensó que había ligado con la novia de Wood y la acompañó a la mansión de éste, pero la señorita en cuestión le sugirió que podía bajar al sótano a tocar con Ron… y al hacerlo se encontró al guitarrista tocando con Mick Jagger. El tipo pensó: “ok, está claro, ya tengo sustituto”, pero transcurridos unos segundos de tensión, silencio y miradas asesinas los tres empezaron a reir a carcajadas. Jagger sólo estaba colaborando con estas canciones, y Keef se unió a la fiesta.

Las atmósferas de los Faces están aquí presentes de una u otra forma, y ya se dejan escuchar los ritmos jamaicanos que estaban seduciendo profundamente a los Stones y que fueron la pesadilla de Watts, ritmos que se haría más patentes en algún tramo del siguiente larga duración de Woody, "Now look". Aparte de los citados, la nómina de colaboradores es mareante, directamente muchos de los músicos ingleses más en forma en aquellos momentos: Mickey Waller, Ian MacLagan, George Harrison, Mick Taylor, Rod Stewart, Andy Newmark… feeling y muy buenos momentos grabados, cuando la mejor época como instrumentista excitante e instintivo de Ron iba acabándose, y una brutal adicción a la base de coca y el alcohol le esperaba al final del camino.

Rocket 88 – Live at Rotation Club, Hannover 1979 (Stones Special #3)


Ian Stewart fue la primera persona en contestar al anuncio de Brian Jones, lo que le convierte en el Stone más antiguo sólo por detrás del fundador. Cuando empezaban a hacerse famosos, el manager Andrew “Loog” Oldham impuso la retirada de Ian como miembro oficial, ya que 6 eran demasiados para un grupo popular y su pinta no era cool. Se le ofreció tocar en los discos y el puesto de road-manager, oficios que aceptó convirtiéndose además en la conciencia del grupo. Keith dijo en una ocasión que si le hubieran propuesto lo mismo habría estrangulado allí mismo a Loog. O le hubiera soltado un navajazo, creo yo.

En escena no tocaba canciones que tuvieran acordes menores, su actuación se reducía a los números de Chuck Berry y similares, desapareciendo prácticamente del escenario hasta bien entrados los 70´s, debido al nuevo estilo de vida drogadicto y salvaje de los chicos, y el adentramiento en otras aguas de la música del conjunto. Durante este tiempo realizó sobre todo diversas tareas administrativas, aunque lo suficientemente delicadas para necesitar de un tipo sereno y de confianza como él. No dejó de tomar decisiones.

Rocket 88 fue su proyecto de banda “boogie-woogie”, su estilo favorito y con el que disfrutaba realmente. Junto a él, Alexis Korner, Jack Bruce y su compi Charlie Watts entre otros grandes nombres de la música. Este disco fue grabado con la unidad móvil de los Stones en Hannover durante un show del año 1979, y contiene vibrantes improvisaciones sobre standards del género con todos los participantes encendidos y en comunión celestial. Murió esperando en la consulta del médico por un problema de respiración. Cuando los Rolling Stones entraron en el Rock´n´Roll Hall of Fame, su nombre estaba en la lista de miembros oficiales del grupo.

Gram Parsons – Sacred Hearts & Fallen Angels (Stones Special #2)


A día de hoy, Keith Richards sigue detestando a los Eagles, a los que considera expoliadores de la música de Parsons, extremo que igual es discutible. Lo que si es cierto es que estamos hablando del músico que introdujo el country en el mundo del rock´n´roll, o sea una persona absolutamente fundamental, tanto como los discos que grabó o que inspiró.

Su legado puede rastrearse fácilmente hasta hoy, en los obvios ejemplos de la música de Wilco o los Jayhawks, y me parece un acto de justicia que un artista irrepetible como él esté entre nosotros aunque sea de esta manera. Mucho más si nos atenemos a la calidad de sus discípulos, que han sido uno de los pocos soplos de aire fresco de los últimos 10 años.

Gram perteneció a la corte de los Stones durante unos años, y su presencia enriqueció la música de la banda inglesa de forma notoria, en gran medida gracias al apetito depredador de Keith, que no dejó de empaparse de música de raíces mientras tuvo ocasión. Parece ser que lo que los Stones devolvieron a cambio fue una adicción a las drogas que finalmente se lo llevó por delante. Esta espectacular antología incluye fantásticas piezas de su paso por International Submarine Band, The Byrds, Flying Burrito Brothers y sus obras en solitario, muy bien escogidas.

Alexis Korner – R & B From The Marquee (Stones Special #1)


El guitarrista Alexis Korner es el padre del blues y el rhythm´n´blues británico, o lo que es lo mismo el responsable de inocular el veneno de los ritmos negros en los jovencitos londinenses de los primeros 60´s. Al tener más mundo, edad e instrucción que su público, era considerado un tipo mítico y arrastraba pequeñas multitudes enfervorecidas allá por donde tocaba con su combo, The Blues Incorporated. Aquí empezó todo para los Stones, las primeras subidas al escenario de Brian, Mick, Charlie y Keith como integrantes ocasionales o a sueldo del combo de Alexis, el exótico viajero mitad austríaco, mitad griego, y nacido en París.

El título hace referencia al club donde solían tocar e induce a pensar que está grabado en vivo, pero en realidad se cocinó en los estudios de la Decca. El otro cerebro de la banda era Cyril Davies con su estupenda voz swing y su técnica de armónica pegada al micro que copió todo dios.

R&B from the Marquee” es una delicia desde que empieza hasta que acaba, fresco, vital y trascendente desde el año de su edición, 1962. En su día fue el disco de cabecera de todo aquel que estaba al loro en cuestiones musicales, una joya que se pasaba de mano en mano y que todo el mundo deseaba tener en propiedad. Es al mismo tiempo un pedazo de historia: ni más ni menos que la misma y exacta música que escuchaban como público los tipos que construirían el rock venidero, desde Townsend hasta Beck o Burdon. Uno de mis discos favoritos, sin duda, que además viene con 6 o 7 extras alucinantes.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Humble Pie – Smokin´


Smokin´” es una brutal sobredosis de rock´n´roll de alto voltaje. No hay nadie al que musicalmente admire más que a Steve Marriot, sus tremendas facultades vocales además van acompañadas de una presencia y actitud fuera de lo normal, y no lo digo gratuitamente. No se suele hacer referencia a su destreza guitarrística, cuando el tipo toca con una furia y sentimiento acojonantes.

Durante la primera parte de la historia de la banda, tuvo que luchar constantemente para evitar que Peter Frampton endulzara las canciones o se deslizaran peligrosamente por el folk, aunque Marriot consiguió llevar la nave a buen puerto, al lugar donde quería desde el principio, una isla de soul, rhythm´n´blues y rock duro, donde tuvieran cabida los excesos negroides y los potentes e inspirados desarrollos musicales sobre todo en vivo. Ahí está el imprescindible “Performance rockin´the fillmore”.

En “Smokin” nuestro querido Steve toma definitivamente los mandos tras la salida de la banda de Frampton, quien alcanzaría también el éxito como figura en solitario, mas en plan baladista.
Aquí tenemos la esencia de Marriot, con todo el bagaje adquirido en sus años mods, sin traicionar sus raíces y amores musicales, tras una implementación de más distorsión y sudor a sus convicciones.

Freddy King – Let´s Hide Away And Dance Away


Este disco es una escuela de blues. Amigos, Freddy King: el principal intérprete en dar forma al concepto de blues-rock, con su versión dinamizada, optimista y potente de los fraseos y links del blues de Texas, a los que imprimía un ritmo infeccioso y natural. El ejemplarizante primer corte de esta colección de blues instrumental, “Hide Away”, fue grabada por muchos tipos, pero quizás la versión de Clapton con los Bluesbreakers de Mayall tuvo más recorrido, ya que fue una de las piedras angulares del blues-rock británico.

De todos es conocido que esta particular música, con el tiempo, daría lugar a toda la música potente y de gran octanaje que conquistaría el mundo en las próximas décadas. Sin Freddy King por medio, quizás a Clapton, Beck o Page no se les hubiera encendido la bombilla, y se hubiera truncado el feed-back que originaría la música de Hendrix o Grateful Dead.

No tiene mucho sentido empezar a disparar adjetivos sobre el poderoso blues tejano que contiene esta colección de temas instrumentales, estamos hablando de una descarga de música que simplemente necesita reproducirse a buen nivel de volumen para que inunde la habitación de grandeza.

Zodiac Mindwarp And The Love Reaction – Tattoed Beat Messiah


Zodiac Mindwarp solían ser un grupo con colmillos, y bien afilados. Pusieron patas arriba la prensa musical cuando su primer single incluido aquí, la fantástica “Prime mover”, irrumpió en el top 20 británico a pesar del ultra sexista video que la promocionaba (de obligado visionado por otra parte). El tema en cuestión es de libro: sucio, cortante, peligroso, muy eléctrico y con un estribillo acojonante. No deja de ser rock duro, pero como en el caso de AC/DC, tan fresco y potente como el mejor estimulante.

La banda era básicamente el alter ego de Mark Manning, editor de fanzines londinense,
dispuesto a tener su propia “rock-experience” por todo lo alto, introduciendo un elemento paródico en las vestimentas y letras que no todo el mundo pilló. Parecía que lo iban a conseguir pero de pronto dejaron de interesar: cambios de formación, abuso de drogas y un distanciamiento del sonido original, puede que influidos por los críticos de rock que les acusaban de ser una banda de tres acordes. Lo mismo que dijeron de AC/DC, Ramones, Motörhead y tantos otros…

Rock sleazy ciertamente macarra, pero potentísimo y muy, muy bien ejecutado. Desde luego, para el que suscribe uno de los discos definitivos de los 80´s. Ya sabéis, buenos riffs aderezados con bourbon, nunca falla. Y vaya letras!!!!!!!!!!!!

Pearls Before Swine – The Use Of Ashes

Pearls Before Swine se construyeron en la Florida de 1965 alrededor de Tom Rapp, un cantante y guitarrista de Dakota del Norte, afectados por el magnetismo de una de las eras más apasionantes para la música. El pequeño Tommy aprendió a tocar la guitarra de la mano de un cantante local de country, y su debut ocurrió en un concurso de talentos donde quedó segundo, tres puestos por delante de un tal Robert Zimmerman (aka Bob Dylan).

Es un auténtico crimen que el gran público no haya disfrutado de la obra de estos tipos, y extraño, ya que desde sus inicios fueron muy bien considerados por figuras clave de la historia de la música rock (Bowie o Lou Reed) y durante todos estos años han sido una referencia inspiradora para muchísimas bandas, sobre todo del country-rock underground. Mr. Rapp es ahora un héroe de culto.

La música de los Pearls es la música de un hombre bueno y comprometido, y sobre todo la de un songwriter de raza. Encontraréis música mística y melancólica, sublimes e innovadores arreglos y letras surreales y psicodélicas, argumentos más que sólidos. No dejéis escapar “Beautiful lies you could live in” que sería la cara soleada de este “Ashes”, el viaje acústico “Balaklava” y la resurrección de 1999 con Tom en solitario, “A journal of the plague year”.

Bo Diddley – Bo Diddley Is A Gunslinger


En la definición que aparece en los diccionarios sobre "inimitable", habría que poner el nombre de este tipo como acepción. Lo que empezó un buen día en las esquinas de Chicago, acabó siendo una de las carreras más coherentes y magnéticas en la historia de la música popular. Mucho más allá de la parte anecdótica del personaje, que daría para escribir un libro, tenemos a toda una jodida estrella del rock, un músico con mayúsculas, un talento natural.

Basó gran parte de su carrera en la explotación de un ritmo hasta entonces ajeno al rock´n´roll. El “ritmo bo –diddley“ es muy particular y distintivo, básicamente un 5/4 insistente, y se encuentra diseminado por la música rock de los últimos 40 o 50 años, (claramente en “Magic bus”, oculto en la parte de maracas de “Jumpin´jack flash”, te asalta en “Mr. Brownstone”). Puedes encontrar incluso canciones de Bo consistentes en un solo acorde, en las cuales su ritmo selvático y primitivo apabulla.

“Bo Diddley is a gunslinger” es una muestra de un arte que ya no volverá, una forma de grabar discos e interpretar canciones que pertenece al pasado. Este disco puso a bailar juntos a negros y blancos con temas como “Doing the crawdaddy”, trajo el poder de la jungla en “Whoa Mule” y exhibió el talento rhythm´n´blues de Diddley con “Do what I say”, “Ride on Josephine” o “Diddling”. No puede faltar en una colección de discos.

Al Green – Let´s Stay Together


Cuando éramos literalmente unos crios (1985!), mis amigos y yo nos descojonábamos de la portada de la copia de esta grabación, propiedad de la hermana de uno de ellos. Aparece el bueno de Al al más puro estilo negro neoyorkino, con una chupa inenarrable recostado sobre un muro. Lo bautizamos como “el disco del makoy ”, y después de vituperarlo sin oir ni uno solo de los cortes, colocábamos en el giradiscos el “Jump” de Van Halen, casi recién salido del horno, o el “Animal magnetism” de Scorpions. También la puta banda sonora de “Ghostbusters”!!!

La señorita en cuestión repartió más tarde su pequeña colección de vinilos y además de dos o tres clásicos de puta madre me tocó este. Lo escuché por primera vez en mi casa y diablos, la primera canción era buena de cojones… espera, la siguiente no está mal… bueno la otra tampoco, y nada, primer encontronazo con el soul-funk.

No es el mejor disco de este estilo, y a lo mejor incluso “Call me” es la obra más completa de Al, pero cualquiera de mi generación tiene “Pulp Fiction” incrustada en el cerebro y por San Vitoldo que sin “Let´s stay together” en su banda sonora no sería la misma.

New York Dolls – New York Dolls


Uno de mis absolutos favoritos, trallazo eléctrico y primario, es la biblia del rock peligroso ejecutada en la ciudad de los rascacielos por los Dolls en su disco homónimo de debut. Estos tipos estaban decididos a llevárselo todo por delante, incluso a ellos mismos. El batería original Billy Murcia murió antes de grabar el primer disco, y el desenfreno total y absoluto que emprendieron en estos años su sustituto Jerry Nolan, Arthur Kane y Johnny Thunders, sensible y frágil a pesar de su imagen de punk, les llevaría igualmente a la tumba años más tarde de forma prematura. Milagrosamente, Sylvain y Johansen están vivos y en forma.

Eran todo sentimiento y actitud, adorables, nada de músicos consumados, pero los cabrones lo tenían. Te podian traer el bajo fondo de igual manera que podian susurrarte una canción hermosa como “Lonley planet boy”. Sus fans eran pocos pero muy devotos, y con el tiempo formaron sus propias bandas, algunas muy importantes. Puede que sea el mejor disco de rock.

Todo fue intenso, todo fue drama, diversión y rock´n´roll, puro asalto de guitarras cortantes, boutiques y cosmética. Creo que no tengo nada más que decir, ellos mismos respondieron a todas las preguntas posibles titulando su siguiente disco “Too much, too soon”.